sábado, 20 de octubre de 2007

POR QUEMARME

Por quemarme en tus labios, alma mía,
he perdido, imprudente, la cordura
y he vivido en tus brazos la aventura
de ser ave volando en la bahía
de tus pechos, de hallar en la cintura
la rienda que me lleva hasta tu hoguera,
el ardor que me abrasa y me acelera,
el amor que me arrastra a la locura.

Por quemarme en tus labios, cielo mío,
he perdido mis ojos y mis manos,
mi lengua y mi mirada, y el vacío
de mi boca se llena de gusanos
que horadan en la herida, y siento frío,
alma mía, sabiéndolos humanos.

Enrique Ramos.

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