martes, 30 de octubre de 2007

MARZO 2

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Una catarata blanca nubla de nieve el ojo de marzo
y en el cielo se opacan las ramas verdes de un olivo
que sueña luz y primavera; se tiñen de gris y muerte lenta
las hojas más tempranas de una acacia
y se arrebola en el silencio inerte de la tarde
un aire frío que estremece;
las manos canas de la noche arrugan besos y susurros,
ahogan los crujidos de los huesos y enmudecen
los latidos en las piernas vigorosas de un castaño
que no sabe si es de frío o primavera
la caricia que recibe de este invierno que se acaba.
Que no tema: tras el hielo vendrán sus muslos a quebrarse
en álgidos suspiros, y más tarde el tibio viento templará
sus ingles, y marzo arrancará un gemido
de su vientre alborotado.


Enrique Ramos

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