domingo, 22 de febrero de 2009

A VECES ME DESCUBRO

A veces me descubro,
me miro y me devoro
como una fiera hambrienta de mí mismo
que busca en mis entrañas
la huella que le lleve a hallar mi paradero;
mas solo encuentro, muerta,
la sombra de mi sombra
y un rostro avejentado que me mira
con una mueca triste
que me muestra, insolente,
el amargo camino que me aguarda.

Si pudiera la bestia desgarrarme,
si pudiera trizar mi calavera
y limpiar con sus dientes
mi vientre de ponzoña,
si pudiera tragarse tanta bilis,
tanta muerte sin fin y tanto miedo, y si pudiera
del polvo de mis huesos hacer un hombre nuevo...

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