Ya todo ha terminado.
Se hunden bajo el limo
los restos de la pira funeraria
y una estrecha columna de humo blanco
se eleva lentamente,
endulzando el olor del aire denso.
Un barbero te afeita la cabeza
y cantas entre dientes
un mantra improvisado.
Cuando alguien te acerque
entre sus manos mis cenizas
tan solo tendrás
que soplar.
sábado, 4 de julio de 2009
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2 comentarios:
Echo de menos tus poesías, me resultan tétricas, a veces difíciles de digerir, pero las echo de menos.
Bueno... agradezco (con retraso, lo sé, y te pido disculpas por ello) tu comentario. Poco a poco iré compiando más poemas, a medida que vayan surgiendo. La vida, a veces, te zarandea, y no te deja el pulso como para coger un bolígrafo y empezar a escribir.
Un saludo,
Enrique
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