sábado, 4 de julio de 2009

En Varanasi

Te escribo estas palabras
desde mi tumba,
ahumando el cielo azul de Varanasi
mientras quemo despacio mis últimos recuerdos.

Yo me sumo en la nada, pero tú
tranquilamente te entretienes
mirándote las uñas mientras cuentas
los minutos que tardo en hundirme en el lodo,
tan ajena al olor de la carne quemada,
tan ajena al dolor de los huesos quebrados,
tan ajena al color de la sangre vertida,
que no te has dado cuenta de que también navegas
en un barco de arena que naufraga.
Te pintas el contorno de los labios
con una fina raya de ceniza de los muertos,
repasas cuidadosa la sombra de tus párpados,
y perfilas la máscara que oculta
las cuencas hueras de tus ojos,
al tiempo que las ratas te observan y se apartan
huyendo de tu lado, porque temen
a la muerte que siempre te acompaña.

Cuando olvides mi rostro,
recordarán mi imagen
tus manos extraviadas y tus dedos,
perdidos en la noche.
Puedes hundirte, si tú quieres
en las fétidas aguas de este río,
arrastrarme contigo hasta su lecho y olvidarme,
y yo,
decapitado, seguiré
vagando entre las sombras de tu pecho,
mi cuerpo huérfano de ti,
mis brazos abatidos,
mis piernas cercenadas,
y asistiré contigo, de tu mano,
a la fiesta macabra de nuestro crematorio

en Varanasi.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ufffff, ya me quedo más tranquila al tener en cuenta que el poeta es un fingidor, me tenías preocupada...

Anónimo dijo...

Pues a mi me preocupas lo más mínimo.

Anónimo dijo...

Ya, ya veo que te preocupo lo más mínimo, tampoco es mi intención que lo hagas. Una contestación, por tu parte, poco educada y desconsiderada hacia una lectora y admiradora,admiradora como poeta, como persona, si te conociera, igual no te admiraba tanto.

Anónimo dijo...

Eres un poco petarda, lectora y admiradora. Si le conocieras, le admirarías más.

Enrique Ramos Ledesma dijo...

A ver, para que no haya malentendidos: es la primera vez que hago un comentario en esta entrada. Ese "pues a mí me preocupas lo más mínimo" no lo he escrito yo. Jamás sería maleducado y/o insolente con alquien que tiene la amabilidad de entrar en este blog a leer los poemas y además, me deja un comentario. Cualquier visita a este blog es considerada por mí como un halago, y no puedo más que estar agradecido.
Haya paz, por favor.

Un saludo.
Enrique