martes, 16 de marzo de 2010

PUDIERAN SER

Puede ser tu postura, siempre abierta
o quizá tu melena, entrelazada.
Pudieran ser tus hombros delicados,
tu espalda venusina,
o tu vientre tan terso, tu cintura increíble,
tus nalgas duras como losas
o tus piernas espléndidas,
que me impiden dormir cuando las pienso.

Pudieran ser tus manos, hacedoras de magia,
o tus dedos sensibles como sedas,
tus ágiles caderas capaces de imposibles,
tus muslos fuertes como rocas
o tu pubis, secreto de mis sueños.
Pudieran ser tus pechos, mi obsesión infinita,
mi más profundo anhelo, erguidos como estatuas.
Pudieran ser tus ojos misterioros,
de mirada perdida y de expresión ausente,
o tu proverbial cuello, o tus labios de mármol, explosivos.

Pudieran ser mil cosas, mil bellezas que adornan
con aire taiwanés tu delicado cuerpo,
pero en tu caso no, no puede ser la carne,
es tu actitud serena, tu discreto silencio,
es tu entrega infinita, altruista y sincera,
lo que me vuelve loco.


Nunca sabrás, muñeca, cómo y cuánto te quiero,

aunque seas de plástico.


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DISCURRE BAJO EL PUENTE

discurre bajo el puente un río seco
y tu rostro sin lágrimas hace una mueca triste
como de piedra rota

ya no importa el sonido de la lluvia
ni importa el eco de los pasos
ya no importa no hay tiempo de miradas
no hay tiempo ya de gestos ni señales
solo quedan las calles desvalidas
pasajes tan vacíos que parecen gargantas
calladas como pozos
lenguas sin voz

discurren bajo el puente los ojos de un naufragio
moribundos sin alma que no encuentran
el cauce que los guíe hasta la tumba
y se reflejan
los recuerdos del agua que algún día
bajo sus pies sedientos transitaron

un desierto agoniza bajo el puente
¿y tú me pides
sin mirarme a la cara
que invente para ti

un mundo nuevo?



.

miércoles, 3 de marzo de 2010

A veces

A veces
duele el aire que roza la mejilla
y hace daño, hace un surco
de cuchillo en el rostro, cada lágrima.
Rasga y arranca piel cada recuerdo,
retuerce el horizonte,
lo borra con un gesto y oscurece la luz
cuando quiere la noche para siempre
la alimaña letal, la innominable.

A veces hace daño
cerrar los ojos
para llorar
con tanta fuerza.


A veces
duele tanto la herida

que duele hasta la sangre.

.

martes, 2 de marzo de 2010

Homenaje a Alejandro, in memoriam

"Afuera espera marzo, compañero
y el verbo se hace sal, hiel la memoria."

Alex Cabrera



Afuera espera marzo, compañero,
y en los ojos el aire se hace sal,
y se hiela la sal en la memoria
de tu voz apagada, de tus versos callados, pero vivos,
cuando siento en el rostro la llegada
de este mes que la muerte dedicó a la poesía
y te tendió la mano,
para arrancarte.

Afuera espera marzo, compañero,
con su rostro de duelo y viento frío
te espera aquí la tierra anegada de llanto,
preñada del vacío y rota, como un alma,
y más allá, a lo lejos, dondequiera que el sol
acaricie las manos del poeta,
más allá puedo verte, amigo mío,
dibujando paisajes de palabras,
con la sonrisa abierta entre los labios
y la mirada fija
buscando entre los sueños.

Gritar al silencio II

será que vienes a mí
cuando tengo puesta la mirada más alla de la sangre
o cuando ya no soy ni capaz de mirar con la frescura
con que antes del viento te miraba

ya no cruje la lluvia entre las ramas y en el suelo mojado
se ahoga mi voz cuando te nombro

será que vienes a mí
cuando ya no tienen remedio las excusas más allá de la carne
o cuando los silencios son capaces de decirlo todo
de apagarlo todo
de tragarse todo
como un desagüe enorme por el que se fuera entero
nuestro mundo

machacaste mis dedos con la piedra y tus labios
no son capaces de devolverle al tiempo la palabra

Ya sé que estás mirando de reojo...

Ya sé que estás mirando de reojo,
como miran los buitres cuando temen
que una hiena se acerque sonriendo
y les robe del pico la comida.

Ya sé que tienes hambre de carroña
y que quisieras verme tumbado boca abajo
con los brazos en cruz y entre mis piernas
tus colmillos hambrientos.

Ya sé que sientes fresco el olor de la luna
y en la piel de tu espalda se reflejan
los ojos de la noche cuando crecen las sombras
como crece en tu boca la saliva.

Ya sé que estás muriéndote de ganas
de probar el sabor
de mi sangre escanciada y beber en silencio
de mi boca la vida.

Ya sé cómo te gusta
levantar la mirada y ver mi frente derribada,
señalarme la puerta de la muerte con la mano
y recordarme
que la vida se acaba por más que en esta noche,
por más que en este entierro,
tu te lleves la tierra, la corona,
las flores y el responso,

soledad,

hija de puta.

.

Breve

Clavo
piedra
tormenta
lija
y plomo

bala y azufre
y pólvora

cáncer y sangre

granizo
pobredumbre
polvo y asfalto

sal y hormigonera

cuchillo
confidente

tierra ocre
y cadáver

y ni siquiera un beso
que llevarme a la boca

.

Breve

La poesía sonríe en el extremo duro
de la bala que vuela,
escondida en el alma del cañón
de la palabra,

directa

hacia tu frente.

.

Cuando tus ojos

cuando tus ojos huyan de las sombras
y más allá de la tibieza
los ecos que renazcan en tu boca te abandonen
se repitan los versos sedientos de saliva
y ahogadas en la frente
se apaguen como luces las miradas

cuando tus manos rompan sin saberlo
las caricias dormidas
en el filo afilado de tu lengua
y tus dedos olviden el tacto de la luz
sobre tus labios

cuando ya no te queden más recuerdos
de las voces opacas de la noche
cuando no te despierten
las campanas del miedo y no susurren
bajo tu almohada

grita al silencio y nunca olvides
del viento

la palabra

.

Escribir

escribir es vivir eternamente
es sentir en los pies
las raíces de un sauce que no llora
en las manos las hojas amargas de un naranjo
y en el pecho el latido de la tierra

escribir es vivir eternamente
esperando una gota
de lluvia en el desierto de mis ojos cerrados
es volver a besar
con los ojos abiertos un alambre de espino
y volver a sufrir
de su filo oxidado el dolor de la herida

es apretar los puños
hasta la sangre

y gritar hacia adentro

.

Cuando escribo

Cuando escribo, me siento desbocado,
aunque otras veces, lo lamento,
la lengua me enmudece
y la boca me muerde la garganta
como un lobo con hambre que quisiera
tragarse el mundo,
saciarse de mi sangre hasta la muerte;
se me comen los dedos los poemas y los versos
me saltan a los ojos y me arañan
o me clavan sus uñas oscuras como pozos.

No hay cuchillo que cale más hondo que la pena
del que tiene en el pecho clavada la palabra

y no puede zafarse.

.

Cuando escribir no cuenta

"¿Y si escribir no cuenta,
porque el mundo es un bloque de palabras
que limitan
apenas con las mías, apostillas de un silencio?"

Solange Schiaffino


Cuando escribir no cuenta
es bien sencillo cómo suelo proceder:
tomo el arma con mi mano derecha y con cuidado
apunto a la sien de la palabra,
sin perder de vista cuánto arriesgo
cuando pongo en su pecho mi mejilla
y escucho latir su corazón.
A veces se revuelve
con esa fiereza innata que tiene la poesía
y me enseña los dientes
intentando en vano amedrentarme,
pero yo, que me he visto muchas veces
a lo largo de la vida amenazado
en situaciones similares, ni pestañeo,
me separo unos centímetros del papel
para que no me salpique tanto
-la tinta sale mal, dice mi madre-
y aprieto con fuerza el gatillo.

Cuando escribir no cuenta
es mejor acabar con la palabra,
porque en caso contrario,
malherida,
ella podría matar al mensajero.

.

Para que tú me leas

"Unos escriben para vivir
y otros lo hacemos por no morirnos.
Sigue haciéndolo
que yo pondré los ojos, mientras viva,
para leerte."

Morgana de Palacios



Para que me tú me leas, te daré
mis ojos, si los quieres.
Mis dedos, te daré, para que toques
las hojas de la vida
que se me pierde poco a poco
en cada verso y se consume
cada día que pasa entre mis manos
como pasa sin alma la tormenta,
como tañen sin duelo las campanas.

Para que tú me leas, te daré
mis ojos, y mi lengua
para que grites en mi nombre,
con tu boca al infierno,
cómo pena mi vida.
cómo muero por dentro.

.

Sin grafito ni tinta

"Escribir es otra forma de manifestarse
más allá de las letras y el lenguaje,
es traspasar los tiempos, los espacios,
las vidas, las almas..."

Edgar Joge


la verdad de su boca empieza donde acaba
el tiempo y el espacio
y la vida no encuentra otro momento más propicio
para rozar el alma y escribir
sin grafito ni tinta
un poema en la escarcha
fundida entre sus labios

y es que a veces el verso
se retuerce y vomita
con los dedos clavados de un poeta
en la garganta
palabras que atraviesan el espacio y el tiempo

las vidas y las almas

.

Si no tuviera nada

"Yo resucito el rezo, que he dejado,
con las palabras, y si no escribo, lloro
y río aunque escriba
palabras de dolor."

Glòria Forasté Giravent




Si tuviera clavadas espinas en los dedos
o tuviera la lengua mutilada,
o los ojos cegados como un pozo.
Quizá si no tuviera ni fuerzas en los brazos,
ni aire en los pulmones,
ni una gota de sangre por mis venas,
ni siquiera tan solo un sentimiento noble
que me subiera leve por el pecho,
si no tuviera nada,
terriblemente nada,
seguiría escribiendo palabras sordas con la boca,
y música de viento con los labios

para que tú me leas.

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Escribir un poema

Escribir un poema
es apuntar directo entre los ojos
y apretar el gatillo con cuidado
para que el lector muera
súbitamente

por la emoción.

.

Un amigo me dijo

Un amigo me dijo,
devolviéndome el trozo de papel
en el que estaba escrita mi última creación:
“Enrique, este poema es una bomba”.

Yo le miré despacio,
leí de nuevo el texto,
y antes de darle una respuesta
conté hasta diez,
pero no pude.

Mi poema explotó
partiéndome la cara.

Un éxito rotundo.

.

De tres letras

Escribir es amar,
es quebrantar el orden de las cosas,
es curvar con los ojos no importa qué horizonte
y clavar en el cielo los árboles más altos,
es recorrer con dudas el camino
mirando siempre atrás
para nunca perderte.

Amar es escribir,
es la caricia de la voz caliente,
es rezar con los ojos y la puerta cerrada,
es pintar en el pecho una ventana abierta,
es reír con los dedos
en tu espalda y llorar
con las manos rodeándote los hombros.

Es temblar en tu pecho y en tu boca,
es sentir ese frío que se siente cuando el miedo
atenaza las piernas y los labios
no saben pronunciar
tu nombre de tres letras.

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